Hoy os traemos nuestro último y mejor descubrimiento hasta la fecha. Se trata del restaurante “Donde Mónica”. Lo encontramos de casualidad paseando por Serrano y sus alrededores y nos llamó la atención la entrada tan poco cosmopolita que tiene. Es un sitio clandestino y peculiar porque no encaja nada con la zona en la que se encuentra; tiene un jardincito en la puerta con un toldo y una mesa, todo muy “casa encantada” y sin embargo dentro reina un estilo casual y chic.
La decoración es sencilla, todo muy blanco y con muchos espejos para ampliar visualmente el espacio, porque es un sitio muy pequeño. La barra es discreta y está rodeada solamente de cuatro mesas, dos altas con taburetes y dos bajas con banco y sillas. Nos atendió una chica extranjera muy simpática y atenta, aunque puede que fuera porque era lunes y estábamos solos.
El salmorejo estaba muy bueno, muy suave, cremoso y nada fuerte, eso sí, era mucho salmorejo y a mi gusto le faltó el huevo duro acompañando al jamón. La ensalada estaba buenísima, muy casera y en una cantidad muy generosa.
De segundo nos decidimos por una degustación de hamburguesitas y unos tallarines con gulas y setas. Las cantidades tal vez fueran un poco grandes porque terminamos muy llenos y sin gana alguna de postre.
Precio: 20-25€/pp.