El barrio de Prosperidad ha sido el elegido para el nuevo proyecto en solitario del chef Javier Muñoz Calero. Cocina comprometida con ingredientes cuidadosamente seleccionados en un entorno industrial romántico.
Lo más llamativo al entrar es lo diferente que es el espacio en comparación con los restaurantes que solemos encontrar en Madrid. Ovillo es un antiguo taller de marroquinería reconvertido en un restaurante romántico gracias a muebles con segunda vida. Recuerda a un pequeño invernadero por el acristalamiento de la cocina, los conductos vistos por el techo y la cantidad de plantas que hay repartidas por la sala. El ambiente romántico que hay en Ovillo se consigue gracias a manteles blancos largos, cubertería de aspecto antiguo y candelabros.
Con una carta basada en platos tradicionales e internacionales y producto de temporada, elegimos todo para compartir, como siempre. De entrantes, dos platos. Primero un tasajo de lagarto, que para los que no sepáis lo que es, se trata de un corte de carne ahumada y seca, para comer con las manos. Segundo, boletus con yema de huevo, un plato muy logrado que sabe completamente a campo.
De segundo plato, para compartir, dos platos también. Para empezar, merluza probablemente a la bilbaína (no recuerdo muy bien el nombre). El pescado una auténtica maravilla, una textura sensacional porque se deshacía con enseñarle el tenedor. Siempre trato de pedir un pescado y una carne para hacerme una idea completa.
Para rematar, solomillo de venado con frutos rojos y puré de boniato. El solomillo de venado, de otro planeta. Da gusto encontrar un restaurante en el que hagan rica la carne de caza, y este plato de carne es de los más ricos que he comido últimamente en un restaurante. La carne de corzo es exquisita, pero es importante dejarla poco hecha para que no pierda la textura. Como fueron para compartir, los platos que veis sólo son media ración.
De postre, como fuimos incapaces de elegir, nos decantamos por una tarta tatín y una tarta de limón, la primera muy rica y la segunda correcta.
No esperaba un restaurante de tan alto nivel cuando reservé. Me llamó mucho la atención lo bien elaborado que estaban todos los platos, lo pensada que estaba la carta y la profesionalidad del servicio. Se me ha olvidado mencionarlo: el servicio pertenece a la Fundación Raíces. La Fundación tiene como objetivo la incorporación laboral y social de jóvenes españoles y extranjeros de 16 a 25 años sin referentes adultos en España o en situación de vulnerabilidad. Esto convierte a Ovillo en, además de ser ya un gran proyecto, un restaurante solidario.
No me queda más opción que recomendároslo, porque es un restaurante que lo tiene todo y que se hace sin duda un hueco en mi lista de top recomendaciones para este 2021.
Precio: 50-60€/pp.
Ovillo
C/Pantoja, 8
28002 Madrid
Telf.: 917 37 33 90