He llegado a la edad en la que mis amigos empiezan a fugarse del país para buscarse la vida, y es así como mi amiga Patricia, que escribe Buen Rollito Vietnamita (muy divertido, echadle un ojo), ha terminado en Vietnam arreglando dientes y ha decidido colaborar con Primero, Segundo y Postre.
ciudades fuera de la Península, esta vez nos toca viajar hasta Asia.
Recientemente Vietnam ha sido nombrado por The Times como «la proa de la gastronomía» y portando un título tan sugerente, nos hemos
propuesto publicar diferentes restaurantes para todos los gustos en visitas por
este país de la Cochinchina. Este es sólo el primero.
Nuestra primera parada nos llevó a una pequeña
calle con bastantes restaurantes y de entre todos nos decidimos por URBAN
Kitchen + Bar, un establecimiento cosmopolita con decoración occidental y una
carta variada con fusión de diferentes culturas. Apto para cualquier paladar,
con carta en inglés, servicio muy atento y dispuesto a ayudarte con cualquier
duda que tengas. Es un buen sitio para ir si todavía no te atreves a dar el
gran paso de probar la comida local, si ya la has probado y no te ha convencido o
si estas cansado de tanta comida vietnamita que necesitas volver a tus
orígenes. Además de disfrutar de sus cócteles, es un lugar perfecto para ir
de reunión de trabajo, con amigas o con familia. La música no esta muy alta y te
permite tener una conversación, que parece una tontería, pero es más difícil de lo que parece encontrar esta cualidad en un restaurante en Vietnam. Según tengo entendido, en
ocasiones contratan un DJ, así que es una propuesta interesante para una cena
con amigos si se tiene intención de salir después.
El establecimiento tiene los techos altos y es
bastante espacioso, tiene paredes de ladrillo, mesas altas en la parte de
abajo con sofás o taburetes, y mesas más bajas en la planta superior. Para los interesados, hay una
oferta de Happy Hour.
decir, tiene desde entrantes o ensaladas hasta carnes, pescado y postres. Para que
no se quede nadie con hambre. Decidimos probar algo ligerito y hacer sitio al
postre, ya que o no es muy típico aquí en Vietnam o no hemos probado tantas
delicias dulces como nos gustaría, y esta era la ocasión perfecta para darnos un
atracón.
entrante, cortesía del lugar. Una bandeja con cuatro recipientes y unos bollos
de pan variados para ir abriendo estómago mientras untábamos el pan en aceite de
oliva, mayonesa, mantequilla y vinagre de Módena. Esto que puede parecer algo
tan simple es más complicado de encontrar aquí de lo que parece. Para empezar,
el pan al que estamos habituados no se encuentra tan fácilmente y de hacerlo,
su precio es mucho más elevado de lo normal. El aceite de oliva como bien os
podéis imaginar, es oro líquido, pero de verdad, y con la influencia asiática, el
vinagre de Módena no tiene lugar en las cocinas vietnamitas, así que es un
manjar.
Chicken Tikka Pita: unas brochetas de pollo con unos bollos de pan de pita y un
acompañamiento de lechugas. Estaban muy buenas.
pienso, podríamos haber elegido algo que no fuera pollo… ¡Parece una excusa
perfecta para volver en otra ocasión..!
gallo, salsa agria y guacamole, sin mayor complejidad, pero como os digo, es de
agradecer de vez en cuando probar comida con sabores de casa para no olvidarlos.
helado de vainilla y unos Beignets rellenos de dulce de leche:
increíbles.
acorde con el establecimiento, y el servicio estuvo atento en todo momento y
siempre al detalle.
para las visitas y os lo recomiendo si os dejáis caer por la ciudad.
¿Volveremos? Seguro. Tengo que pedir algo que no sea pollo.