Tanino Vallehermoso (Madrid)

Esta semana he estado en un par de restaurantes que ya os iré enseñando, pero hoy toca un sitio en el centro, en la calle Vallehermoso, barrio de Chamberí. La primera impresión fue que era algo oscuro y que el interior, de decoración cuidada, hace contraste con la terraza de bareto. Estaba algo lleno, menos mal que habíamos hecho reserva. Nos habían guardado una mesa de muy buen tamaño aunque con una iluminación bastante pobre. 

La carta tiene el tamaño adecuado, lo suficiente como para crear indecisión si se tiene hambre: todo tiene una pinta fabulosa. Pedimos piruletas de pollo crujiente con salsa barbacoa, crujiente de queso brie con mermelada de tomate y tres empanadas individuales: de carne picante, carne suave y queso con cebolla. Para los platos principales, nos dejamos aconsejar por el camarero, que era un encanto. Elegimos wok de pollo y verduras con espaguetis salteados con leche de coco, cilantro y soja, hamburguesa de cerdo ibérico con queso brie, cebolla confitada, bacon y patatas, risotto de pollo con queso brie y tomates secos y un salteado oriental con setas, ternera y arroz basmati, lo llaman love. Y de postre… amor por el chocolate, brownie tibio, mousse de chocolate negro y salsa de chocolate blanco. Todo junto, no son cuatro postres.

Los entrantes vienen en raciones generosas si son para compartir entre pocos. Nosotros fuimos cinco y dos entrantes y dos postres fueron suficientes para acompañar al plato principal que pedimos cada uno. 

Las piruletas de pollo crujiente con salsa barbacoa están muy buenas. El pollo está perfecto de textura y sabor y la salsa está tremenda. No podéis dejar de pedirlas cuando vayáis.

El crujiente de queso brie con mermelada de tomate nos encanta y muchas veces lo hemos hecho en casa. Cada vez que lo vemos lo pedimos, da igual que sea con mermelada de tomate o con mermelada de frambuesa, está muy bueno siempre.

Las tres empanadas estaban buenas, aunque unas más que otras. La empanada de carne suave estaba bien, pero la carne algo seca. Sin embargo la de queso y cebolla estaba espectacular, no dejéis de pedirla.

El wok de pollo lo pedimos porque el camarero nos dijo que era lo mejor, que lo pidiéramos, que nos iba a encantar. Esperábamos tanto y sabía tan a poco… Le falta sabor como por un tubo, y eso que tiene una pinta excepcional. No fue, para nada, el mejor plato de la mesa.

La hamburguesa con queso brie, cebolla confitada, bacon y patatas está muy buena. La carne tiene un buen tamaño y la mezcla de sabores nunca falla. Os la recomiendo…

El risotto de pollo con queso brie y tomates secos está espectacular, aunque sí que es cierto que con sal mejora mucho. Si sois de risotto, atreveos, no os va a decepcionar. ¡Ah, y ojo, que abrasa!

El salteado oriental con setas, ternera y arroz basmati es lo que yo llamo un plato pereza. Se pide porque parece sano, tiene buena pinta y cuando te lo ponen delante se te hace la boca agua con su olor. El primer bocado es una explosión de sabores y cuando vas por la quinta o sexta cucharada, a parte de que llena una barbaridad, el sabor empieza a ser repetitivo. Claramente no es el punto fuerte de Tanino…

De postre, amor por el chocolate. Queríamos tarta de queso, pero no les quedaba, y pedimos dos brownies. Dos brownies que no son brownies, son mousse de chocolate a punto de bizcocho y sabe como la masa de una tarta de chocolate. Descansa sobre un charco de chocolate de blanco y se deshace en la boca. Amor por el chocolate… Y tanto…