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junio 3, 2013

La Gloria de Montera (Madrid)

Tenía muy buena pinta y llevábamos bastante tiempo con ganas de probarlo. Está situado en la Calle del Caballero de Gracia, una de las perpendiculares a la calle Montera, en el centro de Madrid. Cocina de mercado, manteles blancos, suelo negro, paredes nude y estanterías con botellas y libros, una carta bastante extensa, tanto la de comer como la de vinos y postres y un servicio formado al 100% por extranjeros. 

Esta vez no pedimos todo entrantes. Elegimos un entrante, un primero y un segundo para así poder valorar el conjunto de la carta. Los seleccionados fueron una ensalada con queso de cabra a la vinagreta de miel, unos fetuccini con pollo y tomates secos y unos rollitos de pollo rellenos de jamón con arroz kofi. 
La ensalada estaba buena, pero muy sencilla, podéis hacerla igual en casa: selección de lechugas, piñones, pasas, queso, tomate cherry y el aliño. La nota en ese momento fue un seis sobre diez aunque luego en comparación con lo demás, la habríamos subido a un siete y medio. Lo bueno fue que entre que la camarera nos tomó nota y llegó la ensalada, no pasaron ni cinco minutos. Por eso os digo que es sencilla y poco elaborada. 
Los fetuccini con pollo y tomates secos fueron el fracaso de la noche. Nadie nos dijo que fueran a ser frescos, pero tampoco se nos ocurrió que pudieran estar tiesos. Sí, sí, tiesos. El pollo que acompañaba estaba duro como una piedra y el tomate seco no sabía a nada. Además, vinieron al mismo tiempo que los rollitos de pollo así que el segundo se nos quedó templado. Suspenso.
Los rollitos de pollo rellenos de jamón son eso: rollitos de pollo rellenos de jamón de york. Tal cual. Sin ninguna gracia más. Ni una especia, ni un ingrediente secreto. La salsa en la que nadan tenía pinta de ser de cebolla y zanahoria. Es el típico plato que según lo ves, sabes perfectamente a qué sabe. El arroz no era nada de otro mundo, una torre de arroz marrón que daba bastante pereza probar. Suspenso. 
Para acompañar toda la cena acertamos al pedir un Viña Augusta semi dulce del año 2011 sin recomendación de la camarera. El servicio es rápido para traer la comida pero poco atento a la hora de retirar los platos, lo que hace la cena incómoda. No perdimos el tiempo en tomarnos allí el postre y nos fuimos a por un yogur helado en Montera. Además de que la cena fue un desastre, al principio nos cambiamos de sitio porque hacía muchísimo calor y al final nos helamos porque tenían el aire acondicionado dirigido hacia las mesas. Por otra parte, uno de los dos comensales se sienta en un sofá que tiene más años que Matusalén y está hundido. O eso, o que se sienta muchísima gente a lo largo de la semana. Da igual, el caso es que se duermen las piernas.
Los fines de semana está abarrotado de gente, inexplicablemente.
¿Lo mejor? Tienen jarra de agua. 
¿Lo peor? El restaurante entero. Tomadura de pelo.
¿Volveremos? NO.
Precio: 15-20€/pp.
Caballero de Gracia, 10
Madrid
Tel.: + 34 915 234 407
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