Para el que todavía no lo conozca, Bulbiza es el tramo de bulevar de la calle Ibiza entre Maiquez y Fernán González donde se apuesta por la gastronomía española y el buen producto nacional. Casa Julián de Tolosa es la parrilla vasca del Retiro que tienes que apuntarte si lo tuyo es la carne.
De todos los restaurantes que hay en esa zona, me moría de ganas de probar desde hace tiempo Casa Julián de Tolosa. Se trata de un espacio decorado por Lázaro Rosa Violán donde se da máximo protagonismo a la parrilla vista, al igual que en el restaurante de Tolosa. Para la decoración del local se ha recurrido a tonos oscuros combinados con madera natural. No tiene terraza, pero los ventanales están abiertos de par en par si hace bueno fuera.
Casa Julián se inauguró en 1954 en Tolosa, Guipúzcoa. Julián Rivas decidió reconvertir su frutería en un asador ayudado por un amigo argentino. Julián inventó la parrilla inclinada y de varillas y la dispuso en medio de la sala donde daba de comer a sus comensales. Los actuales propietarios, Mikel, en el País Vasco, Xavi, en la Cava Baja e Iñaki, en este de la calle Ibiza, son los nietos de Julián e hijos de Matías Gorrotxategi, quien situó el asador como referente mundial.
Para empezar, tras degustar su magnífica chistorra de cortesía, pedimos unos puerros a la brasa y unos boletus al horno con yema de caserío.
Los puerros son mi perdición, sobre todo asados. La media ración se compone de tres puerros y se deshacen en la boca como mantequilla. Primero los hacen a la parrilla, luego les retiran la primera capa y se rematan en el horno a baja temperatura.
De segundo entrante, no pudimos resistirnos a los boletus al horno con yema de caserío. Si un producto es de temporada y el restaurante tiene máximo respeto por el producto, no podemos evitar pedirlo. Un aciertazo.
De segundo, evidentemente el chuletón. En Casa Julián de Tolosa tienen su propia técnica para que su carne no pierda ni una gota de sabor y llegue a tu mesa a la temperatura perfecta. Tostada por fuera y roja por dentro. No te van a preguntar por el punto de la carne, porque allí se hace siempre así. Se acompaña de unos pimientos del piquillo asados según la receta de Julián Rivas.
Para el postre fuimos incapaces de ponernos de acuerdo, así que elegimos dos. Los elegidos fueron una milhojas de vainilla de Paco Torreblanca y un flan de queso. Mucho mejor el flan que la milhojas. Nos quedamos con ganas de probar la cuajada, pero no se podía todo. Obligatoria para la próxima visita.
Casa Julián de Tolosa es sin duda un restaurante que apuntarse entre los básicos a los que volver siempre. Es un templo para los más carnívoros.
Precio: 60-70€/pp.
Casa Julián de Tolosa
C/Ibiza, 39
28009 Madrid
Telf.: 91 060 72 10